De este modo, una vez se aplique el producto químico, la piel vieja y dañada será reemplazada por una nueva piel regenerada, lisa y suave, con menos marcas y arrugas. El peeling puede ser superficial, medio o profundo, dependiendo del tipo de problema a corregir.
Los peelings químicos pueden ser utilizados en las arrugas ocasionadas por el sol y el paso del tiempo. En estos casos se obtienen muy buenos resultados con sustancias como el ácido retinoico en crema o solución en concentraciones que van del 3 al 5 %. Estos peelings son útiles para mejorar arrugas superficiales y modificar el aspecto mate u opaco de la piel.
Cuando las arrugas son más profundas se combinan con sustancias de relleno como el ácido hialurónico, que otorga volumen e hidrata la piel. Para mejorar las arrugas de expresión de entrecejo, frente o patas de gallo se indica la aplicación de toxina botulínica.
En el tratamiento para solucionar el envejecimiento cutáneo, se suelen efectuar unas cinco sesiones de peeling, aunque los resultados pueden verse después de las primeras sesiones. Los efectos son bastante duraderos, aunque se recomienda hacer sesiones de recuerdo.
